Construcción sostenible: cómo mejorar la relación entre la industria y el cambio climático

La bioarquitectura surge como una forma novedosa de repensar las ciudades poniendo a las personas en el centro y creando espacios disfrutables y saludables al mismo tiempo.

Todos sabemos que el calentamiento global avanza a pasos agigantados y es nuestro deber como sociedad frenarlo cambiando la manera en que nos relacionamos con el medio ambiente desde el lugar que nos toque a cada uno.

La sustentabilidad tiene que ser un tema central en todas las áreas de desarrollo y el compromiso debe ser transversal: sólo así logramos un futuro más justo y verde para todos.

La arquitectura y la industria de la construcción no pueden quedar al margen de esta importante toma de conciencia.

En este sentido, me parece importante destacar el informe “Materiales de construcción y el clima: Construyendo un nuevo futuro”, elaborado por el PNUMA y el Centro Yale para Ecosistemas + Arquitectura (Yale CEA).  El mismo señala la necesidad acuciante de establecer modelos de cooperación innovadores para descarbonizar los materiales de construcción. Estos modelos son fundamentales si queremos alcanzar el ambicioso objetivo mundial de cero emisiones netas en el sector de la construcción para mediados del siglo XXI.

Asimismo, el informe presenta tres estrategias generales que deben aplicarse conjuntamente para descarbonizar los materiales de construcción:

  1. Evitar la extracción y producción innecesarias.
  2. Cambiar a materiales de construcción renovables.
  3. Mejorar la descarbonización de los materiales de construcción convencionales.

La aplicación conjunta de estas estrategias puede allanar el camino hacia un medio ambiente edificado de manera más sostenible y ecológica en consonancia con los objetivos climáticos mundiales.

Nuevas formas de diseñar y construir

El sector de edificios y construcción es, sin lugar a dudas, el mayor emisor de gases de efecto invernadero, ya que es responsable de un escalofriante 37% de las emisiones mundiales. La producción y el uso de materiales como el cemento, el acero y el aluminio conllevan una importante huella de carbono.

El documento propone otras formas para hacer más sostenible al sector como integrar madera, el bambú y la generación de energía por biomasa, lo que ayudaría a evitar 40% de las emisiones para 2040. O bien hacer foco en los desechos aplicando una visión de economía circular que permita evitar su generación.

En este sentido, la bioarquitectura surge como una forma novedosa de repensar las ciudades poniendo a las personas en el centro y creando espacios disfrutables y saludables al mismo tiempo.

Desde esta visión, edificio, habitantes-usuarios y ambiente constituyen una unidad indivisible que debe ser atendida mediante la utilización de sistemas constructivos coherentes con los adelantos y el confort actuales, pero sin perder de vista el objetivo final: la salud y el bienestar integral de quienes harán uso de esas construcciones, considerando incluso la vida de las generaciones venideras y el futuro de su ambiente.

Construcción sostenible: cómo mejorar la relación entre la industria y el cambio climático

La bioarquitectura surge como una forma novedosa de repensar las ciudades poniendo a las personas en el centro y creando espacios disfrutables y saludables al mismo tiempo.

Todos sabemos que el calentamiento global avanza a pasos agigantados y es nuestro deber como sociedad frenarlo cambiando la manera en que nos relacionamos con el medio ambiente desde el lugar que nos toque a cada uno.

La sustentabilidad tiene que ser un tema central en todas las áreas de desarrollo y el compromiso debe ser transversal: sólo así logramos un futuro más justo y verde para todos.

La arquitectura y la industria de la construcción no pueden quedar al margen de esta importante toma de conciencia.

En este sentido, me parece importante destacar el informe “Materiales de construcción y el clima: Construyendo un nuevo futuro”, elaborado por el PNUMA y el Centro Yale para Ecosistemas + Arquitectura (Yale CEA).  El mismo señala la necesidad acuciante de establecer modelos de cooperación innovadores para descarbonizar los materiales de construcción. Estos modelos son fundamentales si queremos alcanzar el ambicioso objetivo mundial de cero emisiones netas en el sector de la construcción para mediados del siglo XXI.

Asimismo, el informe presenta tres estrategias generales que deben aplicarse conjuntamente para descarbonizar los materiales de construcción:

  1. Evitar la extracción y producción innecesarias.
  2. Cambiar a materiales de construcción renovables.
  3. Mejorar la descarbonización de los materiales de construcción convencionales.

La aplicación conjunta de estas estrategias puede allanar el camino hacia un medio ambiente edificado de manera más sostenible y ecológica en consonancia con los objetivos climáticos mundiales.

Nuevas formas de diseñar y construir

El sector de edificios y construcción es, sin lugar a dudas, el mayor emisor de gases de efecto invernadero, ya que es responsable de un escalofriante 37% de las emisiones mundiales. La producción y el uso de materiales como el cemento, el acero y el aluminio conllevan una importante huella de carbono.

El documento propone otras formas para hacer más sostenible al sector como integrar madera, el bambú y la generación de energía por biomasa, lo que ayudaría a evitar 40% de las emisiones para 2040. O bien hacer foco en los desechos aplicando una visión de economía circular que permita evitar su generación.

En este sentido, la bioarquitectura surge como una forma novedosa de repensar las ciudades poniendo a las personas en el centro y creando espacios disfrutables y saludables al mismo tiempo.

Desde esta visión, edificio, habitantes-usuarios y ambiente constituyen una unidad indivisible que debe ser atendida mediante la utilización de sistemas constructivos coherentes con los adelantos y el confort actuales, pero sin perder de vista el objetivo final: la salud y el bienestar integral de quienes harán uso de esas construcciones, considerando incluso la vida de las generaciones venideras y el futuro de su ambiente.

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