Liderar en tiempos de incertidumbre

Recibir impactos y levantarse con determinación son las características propias de quienes no solo buscan sobrevivir, sino que prosperan en tiempos adversos.

Las crisis, más allá de ser situaciones desafiantes, representan verdaderos llamados al cambio. Son momentos en los cuales la adaptación se vuelve fundamental para el desarrollo de las organizaciones. Hoy estamos atravesando tiempos donde podríamos decir que lo único seguro es la incertidumbre. Sin embargo, en lugar de mirarla como un obstáculo, creo necesario entenderla como un camino para el desarrollo.

Puede sonar simple, pero estoy convencido que la diferencia se encuentra en el mindset que tiene un líder. El término mindset se traduce como «actitud mental», y no solo abarca las creencias y actitudes, sino también la predisposición a aprender, enfrentar desafíos y adaptarse a nuevas circunstancias.

A grandes rasgos podemos encontrar dos tipos de personas: hay quienes tienen una mentalidad fija (fixed mindset), que tienden a creer que sus habilidades son innatas y no pueden alterarse, y son quienes suelen evitar desafíos y riesgos para no exponerse al fracaso. Por el otro lado tenemos a personas con una mentalidad de crecimiento (growth mindset), convencidas de poder crecer a partir del esfuerzo, la dedicación y el aprendizaje. Estas personas no ven los desafíos como impedimentos, sino como oportunidades.

La chispa que dispara el cambio

La chispa que dispara el cambio y la adaptación, entonces, se encuentra en el mindset de los líderes, en cómo comprenden y enfrentan los desafíos que les presenta el entorno. Un líder no sólo debe dirigir equipos, sino estar alerta para superar obstáculos, y ser resolutivos cuando las cosas se ponen difíciles.

La capacidad de identificar y capitalizar las oportunidades en contextos que en un principio pueden parecer desfavorables se convierte en el sello distintivo de aquellos que no solo sobreviven, sino que además prosperan. La resistencia y el crecimiento de un grupo, organización o empresa se construye a partir de esta habilidad para transformar la incertidumbre en un motor de cambio y crecimiento.

En este camino, y espero no cause sorpresa, es inevitable cometer errores. Por supuesto, nadie quiere equivocarse, pero sin recibir golpes es imposible crecer. Lo que importa es que cada equivocación, cada contratiempo, debe convertirse en una instancia de aprendizaje y crecimiento lo más pronto posible. La clave para conseguirlo, nuevamente, se encuentra en la mentalidad de los líderes, en su capacidad para enfrentar la incertidumbre y el cambio de manera audaz. Recibir impactos y levantarse con determinación son las características propias de quienes no solo buscan sobrevivir, sino que prosperan en tiempos adversos.

Liderar en tiempos de incertidumbre

Recibir impactos y levantarse con determinación son las características propias de quienes no solo buscan sobrevivir, sino que prosperan en tiempos adversos.

Las crisis, más allá de ser situaciones desafiantes, representan verdaderos llamados al cambio. Son momentos en los cuales la adaptación se vuelve fundamental para el desarrollo de las organizaciones. Hoy estamos atravesando tiempos donde podríamos decir que lo único seguro es la incertidumbre. Sin embargo, en lugar de mirarla como un obstáculo, creo necesario entenderla como un camino para el desarrollo.

Puede sonar simple, pero estoy convencido que la diferencia se encuentra en el mindset que tiene un líder. El término mindset se traduce como «actitud mental», y no solo abarca las creencias y actitudes, sino también la predisposición a aprender, enfrentar desafíos y adaptarse a nuevas circunstancias.

A grandes rasgos podemos encontrar dos tipos de personas: hay quienes tienen una mentalidad fija (fixed mindset), que tienden a creer que sus habilidades son innatas y no pueden alterarse, y son quienes suelen evitar desafíos y riesgos para no exponerse al fracaso. Por el otro lado tenemos a personas con una mentalidad de crecimiento (growth mindset), convencidas de poder crecer a partir del esfuerzo, la dedicación y el aprendizaje. Estas personas no ven los desafíos como impedimentos, sino como oportunidades.

La chispa que dispara el cambio

La chispa que dispara el cambio y la adaptación, entonces, se encuentra en el mindset de los líderes, en cómo comprenden y enfrentan los desafíos que les presenta el entorno. Un líder no sólo debe dirigir equipos, sino estar alerta para superar obstáculos, y ser resolutivos cuando las cosas se ponen difíciles.

La capacidad de identificar y capitalizar las oportunidades en contextos que en un principio pueden parecer desfavorables se convierte en el sello distintivo de aquellos que no solo sobreviven, sino que además prosperan. La resistencia y el crecimiento de un grupo, organización o empresa se construye a partir de esta habilidad para transformar la incertidumbre en un motor de cambio y crecimiento.

En este camino, y espero no cause sorpresa, es inevitable cometer errores. Por supuesto, nadie quiere equivocarse, pero sin recibir golpes es imposible crecer. Lo que importa es que cada equivocación, cada contratiempo, debe convertirse en una instancia de aprendizaje y crecimiento lo más pronto posible. La clave para conseguirlo, nuevamente, se encuentra en la mentalidad de los líderes, en su capacidad para enfrentar la incertidumbre y el cambio de manera audaz. Recibir impactos y levantarse con determinación son las características propias de quienes no solo buscan sobrevivir, sino que prosperan en tiempos adversos.

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