La arquitectura sostenible se base en tres pilares: social, económico y ambiental. Esto permite construir resguardando los recursos naturales, atendiendo a un modelo de economía que no genere exclusión y que sea equitativo.
Según la Comisión Mundial de Ambiente y Desarrollo creada por Naciones Unidas (World Comisión on Enviroment and Development), la sustentabilidad es “el desarrollo que satisface las necesidades del presente, sin comprometer la capacidad para que las futuras generaciones puedan satisfacer sus propias necesidades.” Esta definición es tomada por este modelo de construcción que tiene en cuenta el ciclo de vida de los materiales, el uso de energías renovables, la reducción de la cantidad de
materiales y energía usados y el reciclaje de residuos, entre otros aspectos importantes.
Algunos de sus principios son:
-Adecuar el diseño a las condiciones del sitio (geográficas, topográficas y climáticas) y a la cultura donde se emplaza.
-Usar materiales adecuados, en especial que puedan recuperarse, reciclarse y/o reutilizarse, que sean durables, y que no contengan productos peligrosos o contaminantes.
-Proyectar un uso racional y eficiente del agua, aprovechando aguas grises y de lluvia.
-Desarrollar un adecuado aislamiento térmico.
-Utilizar fuentes renovables de energía.
-Reducir las emisiones de CO2 y otros contaminantes.
-Utilizar los recursos ambientales de modo sostenible.
-Tender hacia la eficiencia energética (ahorro de energía y creación de energía propia).
-Elegir materiales locales para evitar la emisión de gases contaminantes por el transporte.
-Minimizar el balance energético global de la edificación, abarcando las fases de diseño, construcción, utilización y final de su vida útil.
-Cumplir con los requisitos de confort higrotérmico, salubridad, iluminación y habitabilidad.
-Optar por proveedores cuyos materiales dispongan de certificaciones ambientales.
-Evitar en la construcción la generación masiva de residuos.
Desterrando mitos
Aclaramos definiciones o apreciaciones que muchas veces son utilizadas en el día a día y carecen de fundamento.
-La arquitectura sustentable es muy costosa y compleja de implementar. Falso. Según las condiciones del lugar, es posible aprovechar al máximo la dirección de los vientos, la trayectoria de luz, y otras condiciones del ambiente para evitar las tecnologías complejas a nivel energético. Lo mismo sucede con el aislamiento térmico, la clave para ahorrar en sistemas de calefacción o refrigeración. En el caso de energías como la solar, la inversión a largo plazo implica costos bajos de uso a lo largo del tiempo.
-El diseño de este tipo de construcciones es raro o no armónico. Falso. Como quedó ampliamente demostrado, pueden logarse diseños de estilo moderno y sofisticado que respeten el ambiente.
-Los materiales son costosos. Falso. Se pueden conseguir opciones sustentables a buen precio. Además, se prioriza utilizar materiales locales, que por un lado disminuyen los gastos de traslado y por otro, evitan las emisiones del transporte.
-Este tipo de viviendas requieren mucho mantenimiento. Falso. Si son elegidos de forma adecuada, los materiales pueden ser de gran durabilidad y resistencia, y aun así ser amigables con el ambiente.
Por todo lo expuesto, las construcciones y diseño tienen que virar hacia el modo sostenible para vivir en un lugar cómodo y moderno sin dejar de cuidar el medio ambiente.
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